Proyecto Individual / Juego que sí

Un juego tradicional que todavía jugamos en la actualidad, realizado con materiales naturales pero cotidianos que en lugar de haber sido desechados fueron cuidadosamente seleccionados, limpiados y conservados. El resultado de la representación es simbólica y paradójico: una rayuela que invita a pensar, a observar, a recordar, hasta a tocar, pero funcionalmente no soporta ser utilizada. Esta pieza pertenece a una serie en la que exhibo, en espacios del mundo del arte, experiencias colectivas que se encuentran fuera de la lógica y de la centralidad socio-económica y geográfica de dichos espacios. La obra hace referencia a unas acciones que se realizaron en los meses de febrero/marzo de 2015, en la ciudad de Villa María, Córdoba, Argentina en el marco de las actividades por el Día Nacional de la Memoria. Allí se implementó un dispositivo conjuntamente con cuatro organizaciones barriales, para compartir y debatir conceptos y reflexiones en torno a los derechos humanos junto con les niñes y jóvenes. Como parte de las prácticas se hicieron rayuelas comunitarias con diversos materiales y en distintos espacios. El disfrute estético y la reflexión política sobre el valor del ocio creativo, del tiempo “inútil”, como resistencia a la lógica del pragmatismo y del neo capitalismo, y ponderando el juego como espacio de convivencia fueron ejes sustantivos en estas experiencias compartidas.